Emilio de Justo triunfa con cuatro orejas en la Corrida Picassiana de Málaga

En la tarde de ayer, 16 de agosto de 2024, Emilio de Justo se alzó como el gran triunfador de la Corrida Picassiana de la Feria de Málaga al cortar cuatro orejas, demostrando una vez más su maestría al lidiar a sus toros. Por su parte, Pablo Aguado dejó pinceladas de su elegante toreo, mientras que Cayetano sufrió una lesión al lidiar con su primer toro, tras recibir un fuerte golpe en el codo al ejecutar la estocada. Fue trasladado al hospital, donde las pruebas radiológicas confirmaron una fractura en el radio de su brazo izquierdo.

La Plaza de Toros de La Malagueta lució una decoración única, obra del renombrado artista Pedro Sandoval, quien creó piezas exclusivas inspiradas en Pablo Picasso para la ocasión. La tarde también estuvo amenizada por la música especial de la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga, acompañada de las voces de la soprano Amanecer Sierra y el tenor José Antonio Ariza.

Emilio de Justo destacó desde el inicio, logrando cortar dos orejas al segundo toro de la tarde, un astado que mostró buen fondo. El extremeño ejecutó una faena firme, con series bien ligadas y muletazos templados, culminando con una certera estocada. En el cuarto toro, que lidió en sustitución de Cayetano, De Justo realizó un quite por chicuelinas que fue respondido con una réplica de Aguado. Pese a la falta de fuerza del toro, De Justo mantuvo el temple y remató la faena con una buena estocada, obteniendo una oreja con fuerte petición de la segunda. Finalmente, ante el sexto toro, que salió suelto y sin fijeza, el diestro extremeño volvió a brillar, aprovechando el buen fondo del de Torrealta para cerrar una faena entregada.

Pablo Aguado, por su parte, dejó su impronta en el recibimiento del tercer toro con el capote, y aunque el toro manseó durante toda la lidia, logró muletazos templados y cargados de torería. Las palmas del público reflejaron su esfuerzo. En el quinto, Aguado firmó una faena medida a un toro que presentó dificultades, pero que logró embestir con suavidad gracias al cuidado del sevillano, quien dejó muletazos sueltos de gran belleza.

Cayetano, en su única actuación, recibió al primero de la tarde con verónicas, lidiando a un toro que mostró poca raza y cabeza alta. Con la muleta, extrajo muletazos sueltos por el pitón derecho, aunque su faena se vio interrumpida por la lesión sufrida al entrar a matar.